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El racionamiento de agua en Bogotá es una medida aplicada por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado (EAAB) para enfrentar la crisis hídrica debido a la escasez de lluvias y las altas temperaturas que afectaron los niveles de los embalses. Sin embargo, el alcalde Carlos Fernando Galán aseguró en una entrevista con Noticias Caracol en vivo, que este podría levantarse a partir de abril de 2025.
Durante los meses de enero y febrero de 2025, los niveles de los embalses en Bogotá fueron superiores al promedio histórico, lo que ofrece una señal positiva para la posibilidad de levantar las restricciones. Según Galán, si esta tendencia continúa a lo largo del mes de abril, la temporada de lluvias comienza a influir en el comportamiento de los embalses.
La situación es distinta a la que se vivió en 2024, cuando los niveles de agua en los embalses del sistema Chingaza estaban por debajo del promedio, lo que obligó a tomar medidas urgentes como el racionamiento. De hecho, el sistema Chingaza, que es una de las principales fuentes de abastecimiento de agua para la ciudad, había llegado a una situación crítica, y las autoridades decidieron actuar de manera preventiva para evitar un colapso en el suministro de agua potable.
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"En enero y febrero estuvimos un poco por encima del promedio histórico de los embalses, si en marzo estamos parecido, en abril estaríamos en posibilidades de levantar el racionamiento", indicó el alcalde de la capital.
En su momento, la Alcaldía de Bogotá implementó varias estrategias para mejorar la capacidad de abastecimiento. Entre las medidas destacadas, se incluye el aumento de la capacidad del sistema Norte o Tibitoc, que pasó de aportar 4,6 metros cúbicos por segundo a aproximadamente 8 metros cúbicos, lo que permitió disminuir la presión sobre Chingaza, que tradicionalmente ha sido responsable del 70% del suministro de agua en la capital.
Adicionalmente, se están evaluando opciones como la construcción de nuevos embalses cercanos a los de Chuza y San Rafael, conocidos como Chingaza II. Esta propuesta había sido descartada en otra alcaldía, pero con la situación actual, se considera una posible solución para garantizar la estabilidad en el suministro a largo plazo. El alcalde también mencionó que se han hecho avances para conectar el embalse de Tominé con la planta de tratamiento de Tibitoc.
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Aunque esta noticia representa un avance, Galán también subrayó que, a pesar de la mejora en los niveles de los embalses, el racionamiento aún no puede considerarse completamente resuelto y sigue operando en el mes de abril hasta que se dictamine lo contrario. Según el alcalde, el cambio en los hábitos de consumo de agua debe ser permanente, independientemente de si el racionamiento se levanta o no.
A su juicio, las medidas adoptadas por la Alcaldía y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) han sido efectivas para garantizar que, a pesar de las condiciones adversas, los niveles de los embalses hayan mejorado un 14% en comparación con el año anterior, a pesar de que las lluvias fueron más escasas.
Además del racionamiento, la Alcaldía ha estado trabajando en la identificación y recuperación de pérdidas de agua que ocurren por conexiones ilegales y el mal uso del sistema de distribución. El alcalde Galán recordó que durante el año pasado se identificaron más de 4 millones de metros cúbicos de agua que no fueron pagados debido a conexiones ilegales y manipulaciones de los medidores.
Los habitantes de Bogotá, por su parte, deberán seguir atentos a los anuncios oficiales de la EAAB, que continuará publicando los cronogramas de cortes y detalles sobre el estado de los embalses. Así funcionará la medida en el mes de abril:
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