Cinco municipios del Urabá antioqueño están cercados por las pandillas juveniles

Una proliferación de bandas juveniles fue denunciada en las últimas horas por los alcaldes del Urabá antioqueño, quienes tuvieron la oportunidad de reunirse con el gobernador de Antioquia Luis Pérez Gutiérrez.
Estas pandillas, que operan en los municipios de Apartadó, Carepa, Chigorodó, Necoclí y Turbo, tienen gran parte del control del microtráfico y la extorsión.
Según inteligencia de la Policía, en estos poblados hay 45 bandas integradas por 400 personas, en su mayoría jóvenes que no pasan de los 22 años.
“Como en el Urabá se viene decomisando tanta cocaína, los grandes capos no están teniendo capacidad de retener a los jóvenes en la ilegalidad y por ello los jóvenes comienzan a crear sus propias bandas”, explicó el gobernador.
Uno de los mayores focos de inseguridad en el Urabá está identificado en el barrio Gaitán, en el municipio de Turbo. Allí la comunidad está encerrada por una banda que controla el movimiento de las drogas y la extorsión a comerciantes.
Luis Pérez anunció también que ante esta situación el Ejército tomó la decisión de enviar un grupo élite para combatir estos delitos.

“Igualmente hemos creado una comisión para que con los alcaldes de los municipios y el ICBF hagamos una granja donde puedan ser retenidos los jóvenes infractores”, afirmó el gobernador.
A esto se suma que la Fiscalía se comprometió a presentar en un par de semanas una estrategia de cómo va a operar este organismo en la zona, esto debido a las quejas reiteradas de los alcaldes de la ineficacia de la Fiscalía para judicializar delincuentes.