Sufrieron por culpa de la guerrilla o los paramilitares y ahora quieren llegar al legislativo para hacer visibles sus problemáticas y para trabajar en el posconflicto.
Entre ellas está Luz Marina Bernal. Ella lleva colgado en su cuello el rostro de su tragedia: la de su hijo, desaparecido en los llamados falsos positivos.
Dice que quiere dignificar a las víctimas.
“Por la dignidad de todos y cada uno de nuestros familiares que fueron desaparecidos y asesinados, torturados y que hoy en día no están”, relata Bernal, quien aspira al Senado por la Lista de la Decencia.
Soraya Bayuelo vio caer a varios de sus familiares por culpa de paramilitares y FARC. Hoy busca una curul en la Cámara de Representantes.
“Las víctimas de minas antipersonas están muy invisibilizadas, pero ante todo las de violencia sexual de género como las mujeres en los Montes de María”, dice.
Martha Ximena Ochoa quiere combatir desde el Congreso el flagelo de la extorsión de la que fue víctima, según ella, a manos de las FARC.
“Sin el concurso de las víctimas para hacer los cambios necesarios al acuerdo de paz no vamos a lograrla, necesitamos que sea una paz con justicia”, expresa.
Odorico Guerra, oriundo de Aracataca, Magdalena, y Temilda Fernández impulsarán la reparación, el campo y el medio ambiente.
“Reparación integral de las víctimas con la celeridad en el pago de las indemnizaciones para las mismas y en propuestas serias para recuperar el campo”, son las propuestas de Guerra.
Aunque el proyecto de las 16 curules para la paz no tuvo éxito en el Congreso, estas cinco personas le apuestan desde diferentes partidos a tener asiento. Quizás, al lado de sus victimarios.
Updated: febrero 21, 2018 05:02 p. m.