Sara Galeano fue condenada a cadena perpetua por porte de drogas en China en el año 2009. Luego de varias peticiones logró una rebaja que redujo drásticamente el castigo: 18 años y tres meses de prisión tendría que pagar.
A medida que transcurrió el tiempo, su estado de salud empezó a deteriorarse. Desde Pereira, su familia solicitó ayuda a la Cancillería colombiana, la cual aprobó la repatriación. Un año después, el país asiático aún no ha dado respuesta de la solicitud.
Su hermana, Diana Galeano, pide celeridad para el proceso de repatriación. Asegura que la última comunicación con ella fue a comienzos de mayo y la voz no es alentadora, pues un agresivo virus ha disminuido progresivamente las defensas de su familiar.
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