Roberto, hermano del extinto capo, le pidió al alcalde de Medellín que deje quieta a su familia y les permita trabajar.
Luego de un mes y medio de estar cerrado por supuestos incumplimientos en la construcción de la infraestructura y por no contar con el registro nacional de turismo, hoy el viceministerio de turismo les otorgó los permisos al museo de Roberto Escobar Gaviria para operar en regla.
“Ellos vinieron, sellaron y como a los días volvieron, no recuerdo exactamente la fecha, volvieron y se dieron cuenta que tenía todo en regla, entonces abrieron y me dijeron: don Roberto ya puede empezar a operar, levantaron los sellos y se fueron”, explicó ‘El Osito’, como se le conoce al hermano de Pablo Escobar.
Sin embargo, pese al permiso, varios habitantes de Medellín coinciden en la importancia de pasar la página y dejar de hacer supuesta apología al delito.
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El transeúnte Mario Vergara dijo al ser consultado que “no creo que sea bueno estar recordando una época de violencia del cual la ciudad no vivió nada bueno”.
Isabel Cristina Valencia también opinó al respecto: “lastimosamente eso nos referencia, como el narcotráfico, pero hay que mostrar otras caras más amables que eso, ya no es lo que gira entorno a la ciudad”.
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Otros tienen otro concepto.
“Es bueno y malo a vez, porque se enterarían de que fuimos un país muy violento y hoy en día vivimos una tranquilidad cómo más posible, sin tanta bomba como en la época de Escobar”, dijo otro medellinense.
Sin embargo, la Alcaldía de Medellín ha insistido en la importancia de combatir la ilegalidad, de contar la historia pero que no sean los mafiosos quienes lo hagan, frente a esto el hermano de Escobar respondió.
“El señor alcalde, pues yo no tengo nada contra él, por favor que nos deje quietos, que deje quieta la familia, que nos deje trabajar, y yo estoy trabajando legalmente no ilegalmente, desde que llegué a Medellin y salí de la cárcel me propuse hacer cosas legales”, añadió Escobar, otrora miembro del cartel de Medellín.
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Por ahora, el museo seguirá recibiendo a cientos de turistas de todos los rincones del mundo que llegan a la ciudad en busca de conocer la historia del abatido jefe del cartel de Medellín, Pablo Escobar.