El negocio funcionaba en un patio de la Modelo y habría sido montado entre presos y guardias. Algunos uniformados intentaron detener el operativo.
Dentro de una celda, autoridades hallaron dos congeladores que, según un preso condenado por homicidio, habían sido autorizados; la tesorera y el almacenista de la cárcel sabían de ellos.
Dos guardias aparecieron después e intentaron decomisar el celular que estaba siendo usado para grabar las irregularidades dentro del penal.
La celda también servía como depósito para almacenar otros víveres que eran vendidos a precios elevados a los presos.
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El caso se suma a otros escándalos en cárceles de Colombia, como el conocido el pasado 4 de enero donde dos hombres, condenados a 33 años por el homicidio de un joven, fueron fotografiados aparentemente dentro de su celda en la cárcel La Modelo de Bogotá con licor en su poder.
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