El 7 de diciembre marca el inicio oficial de las celebraciones navideñas en Colombia. La tradicional Noche de Velitas es un evento de profunda carga simbólica donde millones de faroles y velas iluminan calles y hogares para conmemorar la Inmaculada Concepción de la Virgen María, en recuerdo del anuncio del Arcángel Gabriel.
Más allá de la devoción religiosa, el acto de encender una vela se transforma en un ritual de intenciones, donde cada color canaliza un deseo o propósito específico para el ciclo que comienza. Para quienes buscan potenciar sus peticiones de equilibrio, prosperidad o claridad, resulta fundamental conocer la simbología cromática de esta celebración.
Simbología de los colores en la noche de Velitas
Seleccionar el color adecuado de la vela no es una elección casual; es la materialización de una intención. A continuación, se detallan los significados atribuidos a cada tono y cómo orientarlos a sus deseos específicos:
1. Impulso, afecto y transformación
- Vela roja: el rojo irradia fuerza vital y determinación inquebrantable. Es ideal para reactivar la motivación personal, dotar de vigor los nuevos comienzos o pedir resistencia ante circunstancias desafiantes. En el ámbito amoroso, simboliza la reafirmación del vínculo y el compromiso emocional profundo.
- Vela morada: este color místico está asociado a la transmutación y la clausura de etapas. Se enciende cuando se desea una reorientación vital, la superación definitiva de barreras o la preparación espiritual para afrontar un nuevo capítulo de existencia con un propósito claro.
- Vela rosa: centrado en el corazón, este color se orienta al fortalecimiento de los lazos de amor desinteresado. Su llama se usa para mejorar las dinámicas afectivas con la familia y amigos, y es un recordatorio de la importancia del amor propio y el cierre de heridas emocionales que limitan el bienestar.
2. Equilibrio, paz y renovación
- Vela blanca: esencial y ampliamente utilizada al atraer la tranquilidad. Su uso se asocia con la estabilidad emocional, la unión y el propósito de iniciar un ciclo limpio, nuevo y despejado.
- Vela azul: debe usarse si se busca la reflexión. Se enciende con la intención de propiciar reconciliaciones, reducir el estrés y mejorar la comunicación familiar. Puede ser usada con el fin de despedir el año con sus respectivos problemas.
3. Crecimiento, logros y claridad mental
- Vela verde: Quienes la enciendan pueden pedir por salud, estabilidad, mejoras en aspectos laborales o cualquier deseo que se tenga, ya que está relacionada con la esperanza.
- Vela amarilla: quienes buscan claridad mental pueden encender esta vela durante la noche. Quienes conocen este tipo de temas afirman que la vela amarilla contribuye a la concentración y la plena intención de crecer en proyectos de todo tipo.
- Vela dorada: este color áureo se reserva para propósitos de elevación y consecución de metas ambiciosas. Representa la firmeza económica. Se utiliza para impulsar la solidez de nuevos emprendimientos, el progreso educativo o la materialización de oportunidades profesionales de alto nivel.
4. Adaptación y protección
- Vela naranja: el naranja es un catalizador de la adaptabilidad social y el pensamiento creativo. Es la opción preferida por las familias que enfrentan periodos de transición —como reubicaciones o cambios de estructura—, invocando la capacidad de integrar novedades con entusiasmo.
- Vela plateada: el plateado está dedicado a la perspicacia espiritual y la meditación interna. Su luz ayuda a los individuos a conectar con su sabiduría profunda, facilitando la introspección necesaria para establecer propósitos de vida basados en una comprensión más elevada y consciente.
¿En qué orden se recomienda encenderlas?
Si bien la costumbre establece el encendido de todas las luminarias en la velada del 7 de diciembre, el impacto de sus peticiones puede planificarse de una manera estratégica. Este enfoque, hecho a manera de sugerencia por Noticias Caracol, permitiría organizar las intenciones de manera secuencial y temática, según los significados detallados anteriormente, más no se respalda en alguna fuente directa u autoridad correspondiente al tratarse de una recomendación:
- Fundamento y armonización: puede iniciar con la vela blanca, cuyo propósito es crear un entorno de serenidad y equilibrio. Esta acción prepara el ambiente y neutraliza las energías antes de la articulación de deseos específicos.
- Transición y culminación: la vela morada es esencial para el momento de la introspección profunda. Se enciende con el objetivo de reflexionar sobre el ciclo que finaliza, facilitando la superación de obstáculos y la transformación personal para un nuevo comienzo.
- Metas y logros): los colores de velas dorada, amarilla y verde deben reservarse para la etapa de visualización. Enciéndalas mientras diseña planes de acción definidos, establece objetivos profesionales o solicita la sabiduría necesaria para inversiones y desarrollo de proyectos a futuro.
- Esfera del afecto: la activación de deseos personales e interpersonales se logra a través de las velas roja, rosa y azul. Su uso está orientado a fortalecer los lazos afectivos, solicitar la sanación emocional o conseguir la paz y el entendimiento con su entorno.
Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Noticias Caracol.
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