Se trata de un niño de 7 años y otro de 3. Los hechos ocurrieron cuando se encontraban jugando afuera de una residencia.
Estos dos menores de edad, que no son familiares, resultaron intoxicados luego de haber ingerido, al parecer, pólvora durante una situación registrada en el oriente de Cali.
Según el relato de las madres a las autoridades, un menor de 8 años quemó una especie de tote fabricado con pólvora blanca dentro de una botella. Cuando se apagó, la llenó de agua y les habría dado a beber, lo cual provocó que los niños terminaran en una clínica.
“Los niños fueron sometidos a todos los procedimientos relacionados con el protocolo para el manejo de intoxicación con fósforo blanco, el lavado gástrico, todo el proceso que hay realizar”, dijo Nelson Sinisterra, secretario de Salud de Cali.
Sin embargo, el funcionario agregó que, debido a la gravedad y al riesgo que se presenta en este tipo de casos, los menores fueron remitidos posteriormente a una clínica de tercer nivel, es decir, más especializada.
El traslado se llevó a cabo “para hacerles el seguimiento, debido a que se afecta en mayor proporción el hígado y el riesgo de muerte es muy alto”.
“Estos niños, en este momento, se encuentran en buen estado de salud. Están siendo monitoreados y van a continuar su seguimiento para garantizar que se encuentran en buenas condiciones de salud y no haya alguna afectación para ellos”, anotó Sinisterra.
El secretario aseguró que los padres de los menores no estaban en el sitio donde se presentó el caso, que fue puesto en conocimiento del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para realizar el respectivo seguimiento.
En lo corrido de diciembre, según la Secretaría de Salud del Valle del Cauca, se han presentado 54 casos de quemados con pólvora en el departamento. Del total de afectados, 25 son menores de edad.
El municipio con el mayor número de casos registrados es Cali, donde se han contabilizado 21. Le siguen Palmira (5), Candelaria (4), Tuluá (4), Sevilla, Cartago y Buga (3).