Unos 400 voluntarios, en 25 jornadas, han logrado sacar del mar unas 10 toneladas de basura y toda clase de residuos que dejan turistas y ciudadanos.
Además, ayudan a desprender con cuidado las estrellas, caracoles, coral y otras especies que han hecho vida en estos objetos ajenos a su medio natural.
Llantas, así como neveras, lavadoras y otros residuos eléctricos y electrónicos son llevados al llamado punto verde. Allí todo se clasifica para que buques de la Armada Nacional y aviones de la Fuerza Aérea Colombiana, lleven periódicamente estos desechos al continente para su reciclaje final.