Foto: cortesía archivo El Espectador
Las experiencias con diversas guerrillas y movimientos insurgentes del mundo han demostrado que la entrega de armas es vital para desactivar el conflicto y reducir la violencia que se puede desarrollar a posteriori.
No solo eso, evita que las partes puedan rearmarse fácilmente en caso de alguna dificultad en el proceso y que caiga en manos de terceros como mercenarios o bandas criminales.
Procesos en Centroamérica, África, Irlanda del Norte, el País Vasco y Colombia han tenido diferentes enfoques y formas de afrontar el desarme.
Publicidad
Estas son algunas de esas experiencias:
M-19
Publicidad
La entrega con mayor recordación entre los colombianos fue aquella del 9 de marzo de 1990 en Santo Domingo, Cauca.
En esa jornada simbólica, ante la presencia de negociadores, de una comisión internacional y de la prensa nacional e internacional, Carlos Pizarro Leongómez desenfundó su pistola 9mm y la depositó sobre una mesa llena de armamento cubierta con la bandera de Colombia. “Por Colombia, por la paz, ¡dejad las armas!”, fue la orden del comandante.
Días antes, los guerrilleros habían disparado toda la munición.
La comisión internacional que presenció la entrega estuvo integrada por el teniente General (r) Ermei Kanninen, de Finlandia; el doctor Frank Barnaby, de Gran Bretaña; el experto en asuntos militares del partido Social Demócrata de Suiza, Heinrich Buchbinder y el general (r) Ernesto Uzcátegui, de Venezuela. Quien las recibió formalmente fue el secretario general de la Internacional Socialista, Luis Ayala.
Publicidad
Posteriormente, fueron fundidas en la siderúrgica de Cali y convertidas en 16 lingotes de acero.
EPL - Ejército Popular de Liberación
Publicidad
Esta guerrilla inició diálogos con el Gobierno en 1990 y firmó un acuerdo en 1991.
Se acordó que serían entregadas a una comisión de veeduría internacional que la confrontaría con el estimado del Gobierno.
En un acto simbólico, el armamento fue entregado a miembros del Partido Socialista Español (PSOE) y la Internacional Socialista, que fueron parte de la veeduría que supervisó el proceso.
Fueron 850 armas con las que posteriormente se construyó el Monumento a la Paz en Medellín.
Publicidad
PRT – Partido Revolucionario de los Trabajadores
En 1991 esta guerrilla firmó un acuerdo definitivo con el Gobierno en el municipio de Ovejas, Sucre.
Publicidad
En este se contemplaba que la dejación se haría siete días después de la iniciación de las sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente y que serían entregadas a una comisión especial.
Se estableció que los miembros de dicha comisión las arrojarían al mar frente a testigos del Gobierno y el PRT.
El arsenal fue lanzado al agua el 26 de enero de 1991, frente a las costas de Cartagena.
Pero no solo Colombia ha enfrentado las dificultades de un proceso de paz y la dejación de armas. No existe un lineamiento como tal, pero a través de su experiencia la ONU ha creado una recopilación de experiencias y recomendaciones sobre el asunto.
Publicidad
Estas son algunos de los países que han vivido experiencias similares.
IRA – Ejército Republicano Irlandés
Publicidad
El “desarme más largo y complejo de la historia” como se le ha llamado tuvo su inicio en el Acuerdo del Viernes Santo, el 10 de abril de 1998.
Tras varios hechos terroristas y los esfuerzos del Sinn Fein, finalmente en 2005 el IRA ordena a todas sus unidades que depongan las armas y finalicen la lucha armada.
Tras una serie de encuentros históricos entre líderes religiosos y políticos, en 2008 la Comisión Internacional Independiente de Desarme supervisa la entrega y confirma el total desarme de la banda.
La Comisión debía entregar una lista detallada del armamento entregado por el IRA y los paramilitares unionistas al Departamento de Estado de los EE. UU. para su custodia confidencial, pero en 2011 se anunció que los documentos serían entregados al Boston College para ser resguardados por 30 años.
Publicidad
Se cree que el Ejército republicano Irlandés entregó un arsenal de 1.000 rifles, dos toneladas de explosivos, misiles tierra- aire y decenas de vehículos pesados.
Pese a que la Comisión certificó su destrucción total, algunos sectores criticaron que no existiera un registro fotográfico.
Publicidad
FMLN – Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional
La guerrilla salvadoreña, tras 12 años de guerra civil, se convirtió en partido legal en 1992.
En su proceso de desarme acordó la entrega de su armamento a la ONU. El proceso se hizo en 15 zonas de concentración y en cuatro etapas; se terminó un año y medio después de la firma del acuerdo.
La Onusal (Misión de la ONU en El Salvador) reportó como un rompimiento de los acuerdos el hecho de que el FMLN no entregó todo el arsenal sino que guardó unas caletas en Nicaragua. Esto puso en riesgo el reconocimiento del Farabundo Martí como partido político y por ende todo el proceso de paz.
Publicidad
Finalmente Onusal reportó al Consejo de Seguridad que el proceso de verificación y destrucción de todo el arsenal había finalizado el 18 de agosto de 1993.