Un negocio gestionado hace siete años por el exviceministro de Transporte Gabriel García Morales puso en la mira de los fiscales a otro exviceministro. Se trata de Juan Ricardo Noero, quien ocupó el mismo cargo en el 2002, y quien decidió salir a contar lo ocurrido cuando ya ocupaba la presidencia de la firma Pacific Infraestructura.
"En el año 2010 se acerca Gabriel García a nuestras oficinas, ya exviceministro, y nos comunica que existe un grupo de empresarios cartageneros, que de hecho confirmamos y conocíamos como gente de gran solvencia moral y económica, y aceptamos y los vinculamos a ellos como accionistas en dos millones de dólares", explicó.
Noero, quien no oculta su amistad con Garcia, explica que la propuesta fue aceptada porque la compañía buscaba apalancamiento financiero para algunas iniciativas.
Los empresarios que acompañaban a Garcia Morales eran los hermanos cartageneros Enrique y Eduardo Ghisays, hijos de un pionero de la construcción y sobrino del exsenador Gabriel García Romero. Cerrado el negocio de la compra de acciones, el dinero fue pagado a través de operaciones en el exterior.
Publicidad
"Pasan por una cuenta en Nueva York a nuestras cuentas en el exterior y posteriormente somos nosotros los que capitalizamos las empresas en Colombia”, añadió.
La operación comenzó a llamar la atención a mediados de enero pasado, cuando fiscales que se hallan tras la pista de los dineros de los sobornos y de posibles testaferros de García Morales, citaron a los hermanos Ghisays para que explicaran de donde habían sacado los dos millones de dólares.
Publicidad
En ese momento Noero decidió salvar responsabilidades y enviar a la unidad de información y análisis del Ministerio de Hacienda los documentos del negocio.
"Hemos hecho entrega del documento de transacción mediante el cual ellos suscriben las acciones y por lo tanto ahí queda evidencia que es el grupo empresarial de los Ghisays el que hace la inversión en el terminal", indicó el directivo de Pacific Infraestructura.
Sin embargo, aunque la firma de García no aparece en ningún documento, el ejecutivo no ignora riesgos y sabe que la justicia podría iniciar una acción de extinción de dominio.
"Nosotros hemos contemplado la posibilidad, sin embargo en la época en que hicimos el negocio no existía ningún indicio de que esos recursos pudieran provenir de una actividad ilegal".
Publicidad
Y sabe que las autoridades cuentan con un largo brazo para buscar dinero en el exterior.
“La Fiscalía, con la cual tenemos un acuerdo de colaboración muy estrecha, tiene instrumentos muy importantes para repatriar capitales”.
Publicidad
Pese a las salvedades, la inversión se suma a la lista de negocios sospechosos de García Morales y se suma a dos revelados por Noticias Caracol: la compra de un penthouse en el edificio Claro de Luna, en Cartagena, y la compra de una participación en Parque América, en la zona industrial de Mamonal.
Por su parte, el procurador Fernando Carrillo hizo hoy anuncios claves sobre el caso Odebrecht:
"Estamos examinando con lupa en este momento con un batallón de procuradores judiciales las relaciones que ha tenido esa empresa a nivel contractual en muchos casos”.