Familia de Luis Eduardo Medrano espera su cuerpo para darle el último adiós

En el norte de Popayán creció y vivió hasta sus treinta años el arquitecto Luis Eduardo Medrano,  sus padres y familiares aún no han querido referirse a la tragedia  donde perdió la vida.
A la vivienda llegan amigos de la familia para entregar sus condolencias, uno de ellos es Francisco Orozco, quien por varios años fue docente de Medrano en el colegio Champagnat.
“Fue muy buen amigo, quería mucho al colegio, hizo parte de la asociación de exalumnos pero él se fue para el África a trabajar allá con los hermanos”, afirmó Orozco.
En la revista Fundación al Día, de la Fundación Universitaria de Popayán, FUP, donde en 2007 obtuvo el título de arquitecto, quedó consignada una entrevista donde Luis Eduardo expresó su deseo de regresar al país como docente de esta alma máter.
“Él siempre quiso venir aquí, integrarse a la planta docente del programa de arquitectura y poder transmitir de alguna u otra forma todos los aprendizajes que tuvo trabajando en una constructora, una empresa de interventoría muy grande”, agregó Juan Carlos Granada, jefe de comunicaciones de FUP.
Sus amigos de infancia también recuerdan a Luis Eduardo como un hombre entregado a su familia y su trabajo. Por ejemplo, Andrés Ágredo aseguró que era “un hombre completamente sano, juicioso, deportista, excelente persona, siempre con una gracia de buen amigo y de hacerse querer por todo el mundo”.
Sus familiares y amigos esperan noticias sobre el proceso de rescate de las víctimas de este accidente aéreo y el traslado del cuerpo de Medrano a Popayán para darle el último adiós.
Medrano, de 36 años, y la economista bogotana María del Pilar Tejeda, de 38, fueron los dos colombianos que murieron junto a otras 148 personas cuando el avión de la aerolínea alemana Germanwings se estrelló en los Alpes franceses tras despegar del aeropuerto de Barcelona, España, con destino a la ciudad alemana Dusseldorf.