FBI, tras la pista de inversiones en EE.UU. de Iván y Samuel Moreno

Locales, apartamentos y otras inversiones en Florida y Nueva York, aparentemente de los hermanos Samuel e Iván Moreno o intermediarios suyos ya están en la lupa de agentes del FBI. Se trata de una investigación preliminar en Washington que busca establecer si en Estados Unidos se concretaron delitos, se pagaron sobornos, se cuadraron comisiones o se usó la banca de ese país para lavar el saqueo a Bogotá.

Noticias Caracol reveló el pasado 7 de diciembre los detalles clave de este proceso inédito que tiene a unos 15 colombianos, desde poderosos empresarios hasta políticos de alto vuelo caídos en desgracia, ad portas de un proceso de extradición a los Estados Unidos. El carrusel de la contratación en Bogotá ya tiene su capítulo en Norteamérica.

El caso del excongresista Germán Olano, condenado ya en Colombia, ha llamado la atención de los federales, no solo porque tuvo licencia como agente inmobiliario en los Estados Unidos sino porque, tal como lo reveló El Espectador, en 2012 le contó a la justicia que los hermanos Moreno así como el condenado contratista Julio Gómez invirtieron en un proyecto inmobiliario en Miami.

Se trata del condominio River Oaks, ubicado en el sector de mayor desarrollo de Miami, una urbanización de 200 apartamentos, con un área de 8.620 metros cuadrados. Olano contó entonces que la totalidad del proyecto podía costar unos 60 millones de dólares y que supo por esos días que el negocio se había pisado con 1,7 millones de dólares. El FBI rastrea esas transacciones.

El exgobernador Álvaro Cruz también figura en el radar de los fiscales americanos. Por ejemplo, se indagan los giros de la firma de ingeniería ICM que él autorizó para capitalizar sus negocios en Florida.

Una de esas transacciones por 125 mil dólares a una cuenta del Cocunut Groove Bank de Miami está bajo sospecha.

Por último, las actuaciones del empresario Andrés Jaramillo, expresidente de Conalvías, y quien está a punto de ser imputado por la Fiscalía en Colombia por el carrusel, también aparecen en la mira del FBI.

Los investigadores ya establecieron que Jaramillo tenía una filial en Estados Unidos que desarrollaba obras públicas en Miami. Los dineros cruzados de los negocios en Colombia y en Estados Unidos son rastreados con lupa.