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La hermana siempre dijo que era inocente, pero fue a prisión en 2001. En 2004 la Corte Suprema le dio la razón.
El calvario de Leticia López empezó el 13 de noviembre de 1999, tras la muerte de la hermana Luz Amparo Granada Bedoya. Cinco meses después, la Fiscalía la acusó del crimen.
La primera batalla jurídica la ganó el 23 de abril de 2001, cuando el juzgado 14 penal la declaró inocente. Sin embargo, el ente acusador insistió en la culpabilidad de sor Leticia López y el Tribunal superior de Bogotá ordenó su captura. El tiempo de reclusión fue pagado en la cárcel del Buen Pastor en Cúcuta.
La religiosa, no obstante, no dejó de rezar día tras día y sus oraciones fueron escuchadas. En mayo de 2004 la sala penal de la Corte Suprema la declaró inocente.
Trece años después, el Consejo de Estado le ordenó a la Fiscalía indemnizar a la religiosa injustamente encarcelada. Así mismo, debido a los daños causados por la privación de la libertad, se tendrá que iniciar otro proceso para resarcir los daños morales a los que haya lugar.
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