Juan Fernando Muriel, flagelante del municipio de Santo Tomas, recorrió más de tres kilómetros mientras golpeaba su espalda con un látigo.
Muriel dice que está pagando una promesa por los favores recibidos.
Ruby Ester Roa es otra de las penitentes, ella manifiesta que está agradeciendo un milagro que la puso de pie hace 4 años.
"Después de un accidente de tránsito quedé invalida, pero gracias a Dios salí adelante y pude caminar de nuevo", relató.
Como ellos, más de 30 flagelantes recorrieron desde Sabanagrande hasta Santo Tomás.
En estos municipios cada año aumenta la polémica por esta práctica ya que algunos habitantes aseguran que la flagelación no es la mejor manera de agradar a Dios.
"Es una barbarie, no creo que esto agrade a la Iglesia porque es terrible verlo", aseguró Gloria Méndez, habitante de Santo Tomás.
A este recorrido asisten en promedio 10 mil turistas cada Viernes Santo.
Updated: abril 10, 2015 08:40 a. m.