En la estación de Ricaurte, los delincuentes aprovechan las noches para robarse las láminas de los puentes peatonales, lo que convierte estas estructuras en trampas mortales para quienes transitan por ahí. Un hueco lleva seis meses abierto y se colocó una tabla de madera que no resiste el paso de las personas.
Mientras el Ojo de la noche reportaba esta problemática, un peatón pasaba por el sitio y se cayó en el puente tras meter el pie en el hueco, por el afán de cualquiera que transita en el TransMilenio, en la hora pico.
El hombre tuvo que ser auxiliado y trasladado en camilla por una fuerte lesión que tuvo en su pie.
Mujeres embazadas, niños, personas con discapacides, de la tercera edad: todos son potenciales víctimas de estos huecos.
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Entre tanto, Fernando Sanclemente, gerente de TransMilenio, indicó que en las estaciones de Toberín y Mazurén, entre las más problemáticas, se está trabajando para ampliarlas con otras tres estaciones, con un contrato que se adjudicó desde diciembre de 2013 y en el mes de octubre de 2014 debe estar terminado este proyecto.
"Con la calle 100, logramos con el puente peatonal de calle 94 logramos mejorar los niveles de servicio para descongestionar la estación", señaló Sanclemente.
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