Aunque en un principio se pensó incluso en un atentado, luego se supo que había sido una descarga eléctrica. El animal, lamentablemente, falleció.
El gato, según los organismos de socorro que atendieron la situación, ingresó a la estación eléctrica de la edificación y se electrocutó.
“No se presentó ningún atentado contra la sede. Fue una explosión ocasionada por un gato que, al parecer, buscaba calor en la parte eléctrica del edificio”, explicó el coronel Arturo Sánchez, subcomandante operativo de la Policía de Manizales.