Feligreses de varias iglesias en Barranquilla rechazaron la aparición de grafitis en templos de la capital atlanticense.
Ni siquiera la Catedral Metropolitana de Barranquilla es respetada. Cualquier rincón de la edificación es utilizada como baño público y sus paredes, como muros para pintar grafitis.
Algunos son mensajes de amor, pero otros tienen escrituras extrañas. "No logramos entender, y pensamos que se trata de sectas diabólicas", aseguró Orlando Calderón, feligrés de uno de los templos afectados por el vandalismo.
"Ayer cuando vi esto dije, ya es demasiado", indicó Esther Pico, quien profesa la religión católica.
Publicidad
"No estamos respetando. Los valores se han acabado. Es bueno volver a rescatarlos", dijo el párroco de la iglesia San Luis Beltrán, el sacerdote Albeiro Rodríguez.
Publicidad
Por su parte el alcalde de la localidad metropolitana, José Miguel Rodríguez, anunció mayores controles por parte de la Policía. El funcionario anunció "patrullajes permanentes". "Se habló con el padre y se van a tomar unos correctivos", indicó el mandatario local.
Otros vecinos denunciaron además la venta de drogas alrededor de varios templos de Barranquilla.