Denise Ramírez es una mujer de 46 años que sobrevivió al derrumbe que se registró en la vía Quibdó-Medellín. Ella, que estaba a bordo de un carro con su esposo y su hija, salió con vida de dos deslaves que se registraron en Chocó.
“Íbamos y en el kilómetro 17 había un derrumbe y cuando el carro se acercó se nos vino el alud y nos arrolló el carro. Aquí hay un árbol y el árbol detuvo el carro para que no se volcara. El alud nos empujaba y nos empujaba. Nosotros pudimos abrir y yo salí corriendo con mi niña antes de que cayera el otro”, manifestó la mujer.
Ella estuvo a escasos metros de quedar sepultada completamente. No obstante, otras personas no corrieron su misma suerte y murieron bajo el lodo. Según su relato, el fango borró del mapa una casa en la que muchas personas se resguardaban de la inclemente lluvia.
“Había una casa y la dueña empezó a hacer comida porque había muchos niños. Había alrededor de ciento y pico de personas. Estábamos allí, pero nosotros nos separamos y nos hicimos a un lado. A eso de las 5 de la tarde sentimos que se nos vino la tierra y nos arrolló. Casi todas las personas que estaban allí murieron. Gracias a Dios con mi hija y esposo nos salvamos otra vez”, narró la señora.
Hospitalizada, Denise Ramírez se estremece cuando recuerda los momentos de pánico que vivió con su hija: “Sentí que me cogió el derrumbe y me tiró. Yo quedé enterrada bocarriba y la niña quedó enterrada de la cintura para abajo, tenía la boca reventada. Ella me vio y me fue sacando. Un niño tenía una roca en la cabeza, pero estaba vivo, porque lloraba”.
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Cuenta que muchas de las víctimas fueron personas que estaban retornando de vacaciones y otras que estaban camino a citas médicas.
Durante la tarde de este sábado, 13 de enero de 2024, se conoció que la cifra de muertos por este deslizamiento aumentó a 34. Entretanto, son 20 los heridos.
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