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Decenas de familias deberán ser reubicadas en Cúcuta debido a que los desbordamientos de ríos por los aguaceros hicieron que sus casas quedaran total o parcialmente destruidas.
Prácticamente en el aire se encuentran viviendas del conjunto Arkamar de Villa del Rosario, luego de que la creciente del río Táchira se llevara la piscina, la zona social y parte de las casas que se encuentran en el margen.
La solución que les dieron fue desalojar las 108 viviendas, por eso la mayoría de residentes se ha ido.
“La pared se estaba cayendo (…) nos sentimos engañados por parte de la constructora”, dijo Belcy Peñalosa, quien vive en la zona de riesgo.
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Igual problema se presenta en el barrio San Rafael, donde a por lo menos 20 viviendas también se les cayó la parte trasera, hacia el río Pamplonita, y quedaron inhabitables.
En otras zonas como la del 23 de Enero, donde hubo tres muertos, los afectados no pueden volver a construir. En los barrios Canarios y Valles de Girón, de Cúcuta, son por lo menos 120 familias que deben ser reubicadas.
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Los habitantes de Los Arrayanes también sufrieron perdida de bienes enseres y vehículos, por lo que también piden no ser olvidados.
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