En Cali, James Ruiz tuvo que luchar dos batallas para mantenerse con vida. La primera, una cirugía a corazón abierto a mediados de junio y, la segunda, contra el coronavirus COVID-19 . Contrajo la enfermedad en el hospital, cuando se recuperaba de la intervención quirúrgica.
“Empecé con que no podía respirar, dijeron que había adquirido el COVID-19. Entonces, ya me llevaron a aislamiento y, como no podía respirar, me hicieron un coma inducido que duro 21 días”, aseguró.
Este hombre de 53 años estuvo por más de 50 días en una unidad de cuidados intensivos debatiéndose entre la vida y la muerte.
“Nunca perdí la fe en Dios. Recién operado, adquirí el COVID-19, era muy difícil sobrevivir a ello, inclusive los médicos nunca dieron posibilidad de vida, pero, gracias a Dios, estoy saliendo de este trance que es algo muy duro”, anotó James.
Publicidad
La palabra sobreviviente parece quedarse corta en la historia de James, quien superó una cirugía de corazón abierto, el COVID-19, tres infartos y un accidente de tránsito, siniestro en el que su esposa perdió la vida.
“En el trascurso para llegar a la clínica, el taxi en que nos trasportábamos se estrelló con el MIO. En ese accidente, lamentablemente, fallecieron el taxista y mi esposa”, afirmó.
Publicidad
Sin importar las dificultades, él jamás ha perdido su esperanza y se aferró a su fe. La compañía de su familia ha sido un aliciente para salir adelante.