"Agua, agua, por favor", reclaman algunos de los pequeños al paso de los vehículos que se aventuran en esa zona del norte del país.
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Las comunidades wayúu asentadas en medio de la sabana desértica de La Guajira combaten con sus propios medios la grave sequía que azota el extremo nortel país, a la espera de que las autoridades concreten la construcción de un pozo cercano que sacie su se
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Para llegar a esta zona yerma hay que emplear unas dos horas desde el municipio de Uribia por caminos de arena, los cuales están interrumpidos por más de media docena de retenes caseros protegidos por guardias niños que, obligados por sus padres, piden lo
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"Agua, agua, por favor", reclaman algunos de los pequeños.
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En la Bahía Portete varias mujeres de los clanes de Uriana y Epinayú explican en mitad de la noche que hace "aproximadamente dos o tres años" que no hay una temporada de lluvias lo suficientemente fuerte como para resucitar los arroyos que atraviesan la A
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"El año pasado medio pringó", comenta una de ellas, mientras que la compañera de al lado detalla que "solamente llovía como una hora", lo que imposibilitó llenar por completo los jagüeyes, esas pequeñas balsas de agua que pueden ser naturales o artificial
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Una de las líderes de la comunidad, Débora Barros, asegura que adquirir agua se ha convertido hoy en "una necesidad inmensa" hasta el punto de que "han durado días sin nada más que un poquito para tomar, no había ni para bañarse".
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La sequía se ha agravado en los últimos meses por culpa de los efectos de unos de los fenómenos de El Niño más graves que se recuerdan en Colombia, que se traduce en un descenso acusado de las precipitaciones y un aumento significativo de las temperaturas
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Ante la falta de depósitos naturales, los propios wayúus excavan pozos, de unos 20 metros de profundidad, pero no son suficientes para abastecer al centenar de familias que viven en este declarado Parque Nacional Natural de 125 kilómetros cuadrados, por l
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Una parte de ese suministro está subvencionado por las autoridades, pero el resto lo tiene que aportar la comunidad, que además de afrontar la sequía, también está en pleno proceso de reconstrucción de sus hogares, arrasados por grupos paramilitares en 20
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"Intentamos vender artesanías y todo el mundo aporta una cuota. Si esperamos a que nos traigan todo, entonces no vamos a progresar nunca (...) No podemos esperar que el Estado venga", señala Barros, quien también reconoce el aporte que hacen entidades com
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Recaudado el dinero, "toca hacer maravillas para rogarles (a los suministradores)", pues a veces "ni siquiera quieren venir hasta acá por el tema de la carretera, porque se puede hundir el camión, por el peso... son miles de dificultades", agrega la líder
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Por otro lado, el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos entregó el pasado mes de junio un proyecto integral que consta de un pozo de extracción de agua que funciona con paneles solares que preveía beneficiar a 121 comunidades de los municipios de Man
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Sin embargo, los habitantes de estos clanes de la Bahía Portete se quejan del olvido que han sufrido sus familias, pues hace años diferentes autoridades vinieron a hacer estudios sobre la posibilidad de excavar un pozo cerca de los asentamientos y aún no
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"Quizá sea por el terreno que es muy duro. Aquí es muy complicado cavar un pozo, saldría por un billete largo (muy caro). Vinieron a hacer estudios y lo han dejado, no lo han probado, pero sí, hay agua dulce a unos 500 metros de profundidad", argumenta Jo
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El grito es unánime, todos los miembros de la comunidad están convencidos de que la sequía podría acabar con otro pozo cerca de los arroyos secos que flaquean sus hogares, mientras tanto solo quedar seguir luchando y rezar al dios Maleiwa para que en 2016
Actualizado: diciembre 13, 2015 11:10 a. m.