¡Jamás olvidado! Hoy estaría cumpliendo años Andrés Escobar, el ‘caballero del fútbol'

Su carácter sereno dentro y fuera de las canchas siempre lo caracterizó. Un autogol en el Mundial USA 94 lo condenaría a muerte. Así era este talentoso defensor. El ‘eterno 2’, número que llevaba en su dorsal cada vez que saltaba a la cancha a defender los colores de Atlético Nacional y la Selección Colombia. Un gran jugador, excelente persona y ejemplo a seguir, como lo definen los amigos más cercanos producto del deporte de amores y odios, el fútbol. El mismo que, en ocasiones, se ve empañado por actos de fanatismo y que desencadenan tragedias que tocan las fibras de todo un país. El 13 de marzo de 1967 nació una promesa del fútbol llamada Andrés Escobar, 27 años más tarde, Colombia se estremecía al ver en los noticieros cómo era posible que la violencia y el crimen organizado acabaran con la vida de uno de los jugadores más admirados que ha podido dar este deporte. Era confirmada la noticia: en un estadero a las afueras de Medellín, en medio de una discusión con los hermanos Pedro David y Juan Santiago Gallón Henao, vinculados con el temido narcotráfico de la época, fue ultimado a tiros el gran Andrés Escobar. Como lo dijo en algún momento Francisco Maturana, "estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado". No había duda de ello. Habían pasado solo diez días desde el regreso de la Selección Colombia del Mundial de Estados Unidos 94’, la situación era tensa en el país, el narcotráfico tenía atemorizado a Medellín y la tricolor, siendo una de las grandes favoritas a llevarse la copa, fue eliminada en primera fase. Andrés, comprometido con la camiseta y dejando todo en la cancha, anotó un gol en propia puerta, no había nada qué hacer, Colombia estaba fuera del Mundial. Mucho se rumoraba, luego del crimen, sobre grandes apuestas entre narcotraficantes de la época que habían hecho sobre ese partido. Hoy son 23 años los que se cumplen de la muerte de un ídolo, de un crack, de un ‘caballero’ del fútbol que la violencia le arrebató a todo un país