A pesar de haber recibido un espaldarazo de la Corte Constitucional, el pago solo está garantizado hasta noviembre. Superfinanciera explica qué puede hacer.
María Fabiola Álvarez y Ana Marcela Restrepo padecieron durante año y medio buscando que le dieran la plata de una pensión.
El pago es un derecho ganado por Miguel Ángel Restrepo, su esposo y papá respectivamente, tras 40 años de trabajo.
El dinero no solo es para alimentarlo y darle salud a él sino también a su hijo, quien sufre una grave enfermedad.
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Después de una intensa lucha, la Corte Constitucional por fin les dio la razón, pero la entrega del dinero solo está garantizado por dos meses más.
La historia es esta: Miguel Ángel, en 2013, enfermó y posteriormente quedó postrado.
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“Él no se vale por si solito, hay que cambiarlo, hay que vestirlo, bañarlo”, explica María Fabiola.
Y su hijo mayor tiene problemas cognitivos, que no le permiten trabajar.
“No puede trabajar, porque él no es capaz, tiene su discapacidad”, explica ella.
En enero de 2018, la enfermedad de Miguel Ángel avanzó, a tal punto que ya no era consciente, ya no podía cobrar él mismo la pensión, así que quien lo hacía era su esposa María Fabiola.
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Pero todo cambió cuando su tarjeta débito, con la que reclamaba la mesada, caducó.
“Mi papá era quien reclamaba su mesada, pero lo hacía con una libretica, cuando cambiaron de la libreta a la tarjeta débito, él siempre iba con uno de nosotros, casi siempre lo acompañaba yo, pero no habíamos caído en cuenta y en 2017 se venció la tarjeta débito, desde ese momento Davivienda negó la pensión porque el titular no se dirigía personalmente a hacer el trámite”, dice Ana Marcela.
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Allí empezó el viacrucis de esta familia.
“Estuvimos alrededor de un año y medio sin la pensión. Nos fue negada, entonces tuve que recurrir, prácticamente salir a la calle, a ver quién me prestaba dinero, para poder subsanar los gastos, o los gastos de la casa que son muchos”, cuenta María Fabiola.
El pago de Colpensiones nunca dejó de generarse, pero el desembolso del dinero sólo podía hacerse a nombre del titular. Miguel Ángel no puede renovar la tarjeta, no sabe quién es él mismo, menos iba a poder firmar un documento.
La entidad bancaria, conociendo lo sucedido, no pudo entregar la nueva tarjeta a sus familiares.
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Sólo hasta abril de 2019, la Corte Constitucional con un fallo restableció su mesada y el retroactivo.
“La tutela fue seleccionada en la Corte, quien la evaluó y ordenó a Davivienda cancelar y devolver el dinero que había retenido en la cuenta”, recuerda Ana Marcela.
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El dinero está garantizado hasta noviembre. Ahí podría empezar otro viacrucis para María Fabiola, que tiene 77 años, y sus hijos. Ahora solo les queda esperar a que la entidad bancaria les dé una solución.
Con esa incertidumbre pasan los días en la casa de la familia Restrepo Álvarez. Allí puede faltar la mesada, pero nunca la atención para quien trabajó duro esperando un mínimo de garantías.