El pequeño fue hallado en una vereda de Tunja, en condiciones precarias. La mujer, ya detenida, al parecer lo hizo porque él iba perdiendo el año.
La llamada de la comunidad alertó al cuadrante de la Policía en la vereda Pirgua.
Al llegar, dicen los uniformados, se encontraron con una escena lamentable: el niño de 8 años estaba dentro de una jaula para conejos.
“Aparentemente su madre lo había encerrado porque había perdido el año escolar”, dijo el coronel Juan Ramírez, comandante encargado de la Policía de Tunja, y agregó que el menor presentaba “algunas laceraciones”.
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El pequeño, al parecer, permaneció por varias horas en medio de los animales.
“El niño estaba dentro de esa jaula artesanal, sin ropa y en condiciones precarias. Por eso se procede a hacer la captura inmediata de su progenitora”, recalcó el alto oficial.
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La Policía de Infancia y Adolescencia trasladó al menor al Hospital San Rafael, en la capital boyacense.
“Llega con escoriaciones en los miembros inferiores y algunas lesiones de equimosis en los miembros superiores. El tratamiento es analgésico y antinflamatorio. Al paciente se le da egreso y se retira con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar”, explicó Juan Andrés Matamoros, coordinador del servicio de urgencias del centro asistencial.
Tras la captura, la Fiscalía le imputó a la mujer el delito de violencia intrafamiliar y un juez la envió a la cárcel La Villita en Sogamoso.