Con un cortejo, una pareja de cóndores de los Andes inicia cada día el sobrevuelo sobre la meseta Carga Perros, en la vereda Papayal, en zona rural de Villamaría, Caldas .
“Los cóndores están desde 1997. Esta pareja como tal fue de un programa de reintroducción que se hizo en el Parque Nacional Natural Los Nevados, se reintrodujeron 14 individuos, 10 machos y 4 hembras”, explica Cristián Valencia, técnico en aviturismo.
“Uno lo ve en fotografías, pero no se lo imagina en la vida real. Son imponentes los cóndores, la pareja, eso lo llena a uno de alegría y uno cree que está en otro país”, destaca María Fernanda Echeverri, turista.
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La ruta del cóndor nació entre montañas y ríos encañonados, hasta donde los cóndores han llegado para ser admirados.
“Nos recibieron los cóndores volando a distinta altura y muy bajito, pudimos apreciar la majestuosidad de este animal”, comenta Carlos Gómez, turista de Pereira.
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A 17 kilómetros de Villamaría, y a una altura de 2.300 metros sobre el nivel del mar, existe el ecohotel El nido del cóndor, donde llegan centenares de personas a observar la especie que está en peligro de extinción.
“Se pueden mantener con la conciencia del ser humano, con la visualización, con el aprovechamiento del recurso natural y con la apropiación de territorio. Hay una pareja de cóndores en la vereda Papayal y se está haciendo el estudio para visualizar cuántos más se pueden encontrar en la zona alta de páramo”, señala Jhon James Hernández, director de Turismo de Villamaría.
“Sobre la población de cóndores del Parque de Los Nevados, en el último conteo que hicimos, logramos identificar siete individuos, estamos preparando actualmente un nuevo censo”, indica Óscar Ospina, profesional de fauna silvestre.
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Los cóndores, carroñeros por naturaleza, tienen su refugio sobre el risco de la meseta, donde han tenido polluelos que ya han emigrado hacia la zona alta de páramos.