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Armando Wooriyu Valbuena, vocero de la Organización Nacional Indígena de Colombia, elevó un llamado de auxilio para las comunidades indígenas, que están sufriendo las consecuencias del coronavirus COVID -19.
Además de las 272 vidas que han perdido las comunidades indígenas, hay “7.691 casos confirmados. El pueblo Zenú es el más numeroso, con 1.050 personas afectadas”.
Pero las cifras no paran ni pararán ahí, según el vocero de la ONIC, “están en alerta 425.079 familias”.
Armando Wooriyu fue tajante al decir que ha faltado intervención del gobierno: “el Instituto Nacional de Salud y el Ministerio de Salud han sido negligentes para hacer presencia en los territorios indígenas. Llevamos varios meses insistiendo en que nos sentemos a dialogar”.
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Así mismo, reprochó que “el ministro de Salud muestra cada vez más aberración y desprecio hacia el ser humano de los pueblos indígenas”.
“Minsalud ha sido inhumano en la relación de su gestión pública, por eso vemos que han fallecido muchas personas no registradas, en Leticia, Mitú, San José del Guaviare, Puerto Carreño, Pacífico”, recalcó.
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El vocero de la ONIC recordó que antes del coronavirus ya había una pandemia rondando, la del hambre, y explicó que “5 mil niños murieron antes de la pandemia”.
“La república, en manos del presidente Duque, ha expresado su deprecio de exclusión cultural hacia 115 pueblos indígenas”, puntualizó.
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