En un día, los habitantes de Providencia perdieron todo lo que había construidos durante años por la fuerza del huracán Iota, de categoría 5, que arrasó con el 98 % de la isla.
Melinda, una mujer de 78 años, perdió su casa y un año después de Iota permanece viviendo bajo una carpa.
“Cuando el huracán yo me fui 2 días después para San Andrés y regresé dos meses después a recoger lo que podía y dormía en ese pedacito”, cuenta Melinda Bryan Archbold, afectada por el huracán Iota.
Con nostalgia cuestiona la lentitud en el inicio de obras de su nueva casa y la poca priorización que se ha establecido para la reconstrucción de las viviendas.
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“Un año después, Providencia está recuperándose lento, a paso de tortuga, pero hay mucha parcialidad, gente que tiene plata consigue sus cosas más rápido, yo que estoy sola, nadie ve por mí”, lamenta la mujer.
Entre estas historias también está la de Sally, una mujer en estado de gestación que vive con sus 3 hijos en un pedazo de lo que era su casa, que ahora solo tiene medio techo.
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“Mi esposo adecuó con dos habitaciones para estar con los niños, mientras me dan solución a la vivienda nueva, pero hasta el momento estamos esperando que inicien”, dice Sally Navarro Brow.
Ante el desespero por no contar con un techo digno, ella solicitó a las autoridades agilizar la construcción de su casa por la salud de uno de sus hijos, pero aún no ha obtenido una respuesta favorable.
“Yo pasé un derecho de petición informando toda la patología que tenía mi niño y yo en la casa tengo bastante humedad”, enfatiza.
Como estas dos mujeres son 84 familias las que siguen viviendo bajo carpas en Providencia. Según la gerencia para la reconstrucción, en 2 meses se les entregará su vivienda.