¡Qué mañosos! Con novedoso sistema de huellas falsificaban y vendían licencias de conducción

Los clientes evadían las capacitaciones y prácticas. Les entregaban el documento a domicilio, a cambio de 2 millones de pesos.
Bajo un lavaplatos de una cocina investigadores encontraron una caleta con miles de huellas dactilares en pequeñas bolsas que, incluso, tenían los nombres de las personas que, según las autoridades, habían pagado por sacar su licencia de conducción sin tener que hacer cursos.
“Ellos lo que hacían era tomar la huella decadactilar del ciudadano y procedían con parafina a tomar la copia y, posterior a esto, el alumno no tenía que regresar”, explicó el director de Tránsito de la Policía, general Carlos Rodríguez.
En pocas palabras, el alumno dejaba su huella impregnada y a las pocas horas el interesado regresaba a reclamar su licencia de conducción sin haberse capacitado.
Estás empresas criminales incluso tenían manos artificiales para suplantar las huellas.
Con estas novedosas técnicas se calcula que permitió entregar más de cinco mil licencias aparentemente legales a irresponsables conductores.
“Ellos simplemente quitaban los chips de los vehículos que estaban debidamente autorizados, los ubicaban en los celulares y ahí tomaban el tiempo o las horas de conducción que supuestamente había adelantado el alumno”, agregó el general Rodríguez.
Con todas las pruebas, la Policía logró capturar a 41 personas que conformarían la red, entre ellos dos funcionarios de la Secretaría de Tránsito de Girardot.