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Dos sismos se registran durante la tarde del 27 de diciembre en diferentes regiones del país, según los reportes oficiales del Servicio Geológico Colombiano (SGC). Los movimientos telúricos ocurrieron con pocos minutos de diferencia y son monitoreados sin que hasta el momento se reporten daños materiales ni personas lesionadas.
El primer evento sísmico se presenta en el municipio de Paipa, Boyacá, con una magnitud de 2.9. El temblor ocurrió a las 3:15 de la tarde, hora local, y es clasificado como superficial, una característica que hace que este tipo de sismos sea percibido con mayor claridad en zonas cercanas al epicentro, a pesar de su baja magnitud.
De acuerdo con el boletín del SGC, el sismo es localizado en las coordenadas 5.80° de latitud y -73.09° de longitud. Habitantes de municipios cercanos reportan haber sentido el movimiento de manera leve. Paipa se encuentra a 4 kilómetros del epicentro, Duitama a 7 kilómetros y Santa Rosa de Viterbo a 14 kilómetros, lo que explica la percepción del temblor en estas zonas del departamento de Boyacá.
Minutos más tarde, un segundo sismo se registró en Antioquia, específicamente en el municipio de Betania, Antioquia. Este movimiento telúrico alcanzó una magnitud de 2.8 y ocurrió a las 3:45 de la tarde, hora local, con una profundidad de 53 kilómetros, lo que lo clasifica como un sismo de profundidad intermedia.
Según el informe oficial, el evento tiene como punto de localización las coordenadas 5.77° de latitud y -75.98° de longitud. El temblor fue sentido principalmente en Betania, ubicado a 2 kilómetros del epicentro, así como en Hispania, a 9 kilómetros, y Pueblorrico, a 16 kilómetros, donde algunos habitantes reportan una percepción leve del movimiento.
El Servicio Geológico Colombiano señala que este tipo de eventos son comunes en el territorio nacional debido a la interacción de placas tectónicas y a la actividad sísmica natural del país. La entidad recuerda a la ciudadanía la importancia de reportar si sintió el sismo a través de sus canales oficiales, información que permite mejorar el monitoreo y análisis de estos fenómenos.
Los sismos superficiales, como el registrado en Paipa, suelen generar mayor percepción en la superficie porque la energía sísmica recorre una menor distancia hasta llegar a la población. Aunque no siempre son más destructivos, pueden sentirse con mayor claridad incluso cuando tienen magnitudes bajas, a diferencia de los sismos profundos, que suelen disipar parte de su energía antes de alcanzar la superficie.
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Expertos explican que el nivel de riesgo no depende únicamente de la profundidad, sino también de factores como la magnitud, el tipo de suelo y la cercanía a centros urbanos.
Las autoridades recomiendan mantener la calma ante un movimiento sísmico y seguir medidas básicas de prevención. Durante un temblor, es fundamental alejarse de ventanas, objetos que puedan caer y estructuras inestables, así como ubicarse en zonas seguras previamente identificadas, como debajo de mesas resistentes (no de vidrio) o junto a muros estructurales cercano a espacios pequeños como el baño.
Si el sismo ocurre en la calle, se aconseja alejarse de postes, cables eléctricos y fachadas, mientras que en zonas rurales es importante mantenerse lejos de lugares inclinados o pendientes que puedan presentar deslizamientos. Una vez finalizado el movimiento, se recomienda verificar posibles daños y estar atento a una posible replica, evitar el uso de ascensores y seguir únicamente información proveniente de fuentes oficiales.
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HEIDY ALEJANDRA CARREÑO BELTRAN
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