Josefo Arellano, pescador, relató que el ejemplar de unos dos metros y medio y 180 kilos de peso fue confundido con un tiburón y casi lo atacan.
Una multitud de curiosos se sumó a la labor de salvamento y protegió al mamífero hasta que quedó bajo el cuidado de las autoridades ambientales.
Los biólogos marinos de la Corporación Autónoma del Canal del Dique informaron que de la gravedad de las heridas del animal dependerá si es liberado, mantenido en cautiverio o sacrificado.