Centenares de viajeros que esperaron al lunes festivo para emprender el retorno a Bogotá tras disfrutar del último feriado de agosto tuvieron varios inconvenientes. Los fuertes aguaceros, las obras en las vías y la cantidad de carros fueron protagonistas de la congestión.
En puntos específicos como el peaje de Chuzacá no dieron abasto para tanto carro. Viajeros afirmaron que el trancón se extendió hasta Silvania y los que intentaron desviar por Mondoñedo se llevaron la sorpresa de bastante tráfico.
Algunos aseguraron que la fila en el peaje duró hasta dos horas sin moverse.
Por la vía a Indumil, muchos que quisieron evitar la congestión del retorno a Bogotá ingresaron en contravía, arriesgando sus vidas y las de los demás. Al menos 30 minutos se tardaban en cruzar hasta Ciudad Verde, en Soacha.
Mientras tanto, por la calle 13, en el municipio de Mosquera, una protesta dificultó el retorno a Bogotá. Decenas de habitantes bloquearon el paso exigiendo arreglo de vías.
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En la entrada norte, de Tunja hacia Bogotá, las filas de carros también parecían interminables en medio de quejas por la falta de autoridades regulando el tráfico.