En la región de Sarare, en el departamento de Arauca, Óscar Rodríguez adelanta un ambicioso proyecto de piscicultura, también está al frente de Asopez, una asociación que reúne a gran parte de los productores del sector y fue destacado en el gobierno pasado como un ejemplo de emprendimiento.
“Estamos con permisos de Corporinoquia, con permisos de la Unap, tenemos registros de ICA, producimos semillas mejoradas, seleccionadas y animales que van en buenas condiciones de salubridad”, señaló Rodríguez.
El empresario agradece los reconocimientos del Gobierno, pero también asegura que la mejor ayuda es tener una buena vía para sacar sus productos y hacerlos más competitivos. Se trata de la vía La Soberanía que conecta a Arauca con Pamplona, en Norte de Santander.
“Qué tristeza porque una región tan rica y próspera que le ha aportado tanto desarrollo al país y tengamos nosotros que sufrir las inclemencias de esa vía La Soberanía”, manifestó.
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Un recorrido que podría realizarse máximo en tres horas, hoy puede tardar hasta ocho o más si no hay cierres en la vía.
Daniel Coronell, presidente de la Cámara de Comercio del Piedemonte Araucano, recoge la voz de los ciudadanos afectados. “Nosotros hemos visto como muchos camiones se han volteado en esta vía dando pérdida total, tanto al transportador como a los comerciantes. En este año, se han volteado cerca de diez camiones con ganado”, señaló Coronell.
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Luis Celis, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación, es un estudioso de la situación del departamento de Arauca y conoce muy bien la historia de esta importante vía.
“Por esta trocha bajó la colonización campesina de los años 60, iban de Pamplona hasta Tunebia, lo que hoy es Cubará y ahí terminaba la trocha. Lo que hemos recorrido desde Saravena a Cubará esos 20 kilómetros fueron construidos a partir de los años 60 en adelante”, dijo Celis.
En otras palabras, la trocha por donde entró la colonización campesina hace 60 años, se mantiene igual, solo que ahora la carga ya no solo es a lomo de mula, se hace en grandes camiones.
“Es un mal chiste llamar a esto una vía nacional porque como ustedes han podido observar en algunos lados es más bien una trocha, y tiene tremendamente incomunicado al departamento de Arauca, lo cual hace difícil su desarrollo hace y que Arauca se sienta desconectada al país, porque es una deuda histórica”, agregó.
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Es paradójico que a la par de la vía, viaja el Oleoducto Caño Limón-Coveñas, la gente ve pasar el petróleo que genera tantas rentas al país, pero no les deja mucho a los araucanos. Coronell sostiene que Arauca solo fue importante para Colombia cuando apareció el petróleo.
“El departamento de Arauca viene produciendo petróleo hace muchísimos años y viene generando riqueza y bienestar al país para su estabilidad. Obras por impuestos, como sea, pero ayúdenos a pavimentar esta vía, ayúdenos a salvar vidas”, señaló.
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Según el Invías, se están ejecutando las obras y se comprometen a pavimentar la totalidad del corredor vial para el año 2030.
“El Instituto Nacional de Vías realiza la intervención del corredor La Lejía-Saravena en sus 150 kilómetros con una inversión de 417 mil millones de pesos. Este corredor se encuentra una parte en afirmado, más o menos 110 kilómetros, tiene 40 kilómetros pavimentados, el instituto realizará la intervención de 47 kilómetros más, es decir, vamos a quedar con 87 kilómetros pavimentados”, aseguró Carolina Barbanti, directora (e) ejecución y operación del Invías.
Es decir, la solución no está a la vuelta de la esquina, lo único claro en este recorrido es que el estado actual de la vía golpea la dignidad de las comunidades que la sufren a diario y son escépticas frente a la fecha de finalización de las obras porque llevan esperando más de 50 años.
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