Son más de 10 municipios que arrojan desechos sin ningún tipo de tratamiento a afluentes. Plantas de gravilla están en la mira.
Está ubicada entre Boyacá y Cundinamarca, es tan hermosa como extensa, esa es la laguna de Fúquene que está en peligro. ¿Quién tiene la culpa?
Según veeduría ambiental local, gran parte del sedimento de esa laguna es por causa de las plantas ubicadas en la parte alta de la montaña que, además, estarían gastando más agua que el mismo municipio al que pertenecen: Carmen de Carupa.
"Al municipio le conceden 5,2 litros por segundo, mientras a la empresa gravillera le conceden 7.2 litros. Hay más agua para lavar piedra que para calmar las necesidades de la comunidad", advierte Rafael Rincón de la veeduría ambiental de Ubaté.
Noticias Caracol llegó al lugar donde el municipio de Ubaté vierte sus aguas residuales al río. Según expertos, lo hacen sin ningún tratamiento.
“La laguna se tiene como un lugar de desecho de todo lo que producimos en los hogares. El municipio de Chiquinquirá toma las aguas de esa laguna. Estamos afectando aguas abajo a muchos municipios".
CAR adelanta trabajos de recuperación en la laguna a través de dragado por un valor cercano a los 480 mil millones de pesos. Habitantes de la región piden una medida inmediata que le ponga fin a los factores generadores de la contaminación.
Updated: noviembre 06, 2017 08:38 p. m.