San Carlos, Antioquia está a cuatro horas de Medellín. Tiene 227 años de historia, de los cuales, por lo menos 10, ha estado envuelto en la pesadilla de las minas antipersona. Después de ser declarado el primer municipio del país libre de la presencia de minas, hoy la situación es muy distinta.
María Patricia Giraldo, alcaldesa del municipio, afirma que la vida les ha cambiado, “nos ha permitido encontrarnos en cualquier parte del territorio sin ningún problema o dificultad, entrar a cualquier vereda que tiene San Carlos y eso es una sensación de felicidad”.
17.300 personas retornaron a estas tierras después de una década de violencia y muerte en la que en este municipio nadie estaba a salvo de la amenaza de estos artefactos explosivos.
“Antes de desminarse era un municipio inseguro, sobre todo en la zona rural, en algunas veredas, en las escuelas, en los caminos y en las mismas fincas de los campesinos”, dijo Maria Patricia Giraldo.
Para muchos campesinos de San Carlos, en el Oriente de Antioquia, transitar sus caminos era un problema y un riesgo porque había presencia de minas en casi todo el territorio. Hoy esa situación, sobre todo para los labriegos, ha sido muy distinta después de su declaratoria de libre de minas en Colombia.
Jorge Palacio, campesino del lugar dice que siente “mucha tranquilidad, gracias a Dios, siempre era maluco uno, la desconfianza eran las minas, pero ya no hay”.
Ovidio Arboleda, otro campesino, afirma que “la gente trabaja normal, sin ningún problema de ninguna clase”.
170 personas entre muertos y heridos fueron declarados víctimas de las minas antipersona en San Carlos, Antioquia.
Updated: marzo 10, 2015 08:12 a. m.