Cristian López nació con distrofia muscular, tuvo un hermano con su misma discapacidad, quien falleció hace dos años pero con el que compartió la pasión por el boccia. Juntos afrontaron sus vidas y se motivaron por medio de este deporte.
“Él falleció hace dos años me ha dado la valentía y motivación para seguir luchando en este deporte y traer triunfos”, manifestó Cristian, deportista de la selección juvenil de boccia.
Por su parte, Ángela conoció el boccia hace un par de años por recomendación médica. Inició en este deporte por una terapia pero, en la actualidad, es jugadora de alto rendimiento.
“Este deporte me ha ayudado a no decaer, a que mi enfermedad no me degenere y que no decaiga”, dijo Ángela.
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En marzo de 2017, estos deportistas tendrán una cita internacional, la primera para este grupo de atletas. Se enfrentarán a diferentes selecciones en Brasil, en el Panamericano de este deporte para guerreros.