Cuando la información “se sustenta en rumores, invenciones o malas intenciones”, el titular de la cuenta se expone a demandas o a rectificaciones.
Ya sea en Twitter, Facebook o cualquier otra red social, la persona que escriba debe constatar que esos datos son veraces.
Si bien cada persona tiene derecho a expresarse libremente, la libertad de información tiene un límite y cada uno es responsable.
El fallo de la Corte señala: “se desconoce el principio de veracidad cuando la información se sustenta en rumores, invenciones o malas intenciones; o cuando pese a ser cierta se presenta de manera tal que induce a error a su receptor”.
El pronunciamiento se da por lo que le ocurrió al concejal de Medellín Bernardo Alejandro Guerra, quien publicó información en sus redes sociales contra una abogada judicializada en los EE. UU. pero que, según la corte, fue emitida por guerra sin sustento, señalándola de tener dudosa reputación.
Updated: febrero 05, 2018 03:16 p. m.