Iglesia católica y líderes afro e indígenas hicieron un vehemente llamado al Gobierno para que evite otra masacre como la ocurrida hace 17 años.
“Tenemos identificadas algunas comunidades con mayores afectaciones: río Bojayá, Opogadó, Napipí y algunos de sus afluentes. También los ríos de Bebará y Bebaramá”, afirma monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Diócesis de Quibdó.
Por medio de una carta enviada al presidente Iván Duque, la organización Amnistía Internacional solicita la atención urgente a la crisis humanitaria que están viviendo las comunidades en Bojayá por los constantes enfrentamientos entre el ELN y las Autodefensas Gaitanistas.
“Expresamos nuestra preocupación por la situación de 7.000 personas de las comunidades afro e indígenas de Unión Baquiaza, Egoróquera, Unión Cuití, Playita, Mesopotamia y Carrillo, quienes están en medio de las hostilidades de grupos armados que operan en Bojayá, Chocó”, se lee en la misiva.
Publicidad
Lo más grave del caso, dice la Iglesia, es que el Estado no atiende las alertas tempranas.
“Existe un riesgo inminente de desplazamiento masivo y pues también se está viviendo el hambre y la intimidación que sufren las comunidades en medio de esta situación”, recalca monseñor Barreto.
Publicidad
Hace 17 años, el 2 de mayo de 2002, 119 personas murieron al interior de la iglesia de Bellavista en Bojayá en medio de enfrentamientos entre las FARC y paramilitares. Se pudo comprobar que la omisión del Estado dio pie para que los grupos al margen de la ley atentaran contra la población civil.
Le puede interesar:
Video muestra cómo niños, mujeres y ancianos indígenas se protegen de las balas en Chocó