El movimiento telúrico se presentó hacia las 5:17 a.m., su epicentro fue en Palora y tuvo una profundidad de 152 kilómetros.
Así lo reportó el Servicio Geológico Colombiano:
#Reportamos Evento Sísmico Internacional Sentido en Colombia - Boletín Actualizado 1, 2019-02-22, 05:17 hora local. Magnitud 7.7, profundidad 152 km, Palora, Ecuador #NoticiaEnDesarrollo #Temblor #Sismo Más información: https://t.co/0uuw47gI8w pic.twitter.com/8EbwwcmmQI
— Servicio Geológico (@sgcol) February 22, 2019
Aunque en un primer barrido de autoridades no se reportaron afectaciones, en Candelaria, municipio del Valle del Cauca, se cayó un tanque de almacenamiento de agua; lo que causó daños en algunas vividas y vehículos.
Panorama en Ecuador
"No hemos tenido desgracias personales hasta ahora reportadas más que unos vidrios rotos", declaró al canal ECTV Tarcisio Ojeda, alcalde de Macas, la capital de Morona Santiago.
El presidente del país, Lenín Moreno, señaló en su cuenta de Twitter que "los reportes preliminares de los primeros sismos cerca de Macas no indican daños mayores".
Al primer terremoto le siguieron otros dos, uno en la misma zona y otro en la costera provincia de Guayas (suroeste). El segundo temblor en Morona Santiago, de 6,06 grados de magnitud, ocurrió a las 05H20 locales.
Veinte minutos después del segundo sismo se produjo otro de magnitud 5,9 en Guayas, en la costa del país. Según Moreno, este terremoto, ocurrido a 34 km de profundidad, tampoco ha dejado víctimas ni daños de consideración.
El sismo en la costa "no es réplica del primero" ocurrido en Morona Santiago, aclaró Alexandra Ocles, secretaria de Gestión de Riesgos, en una entrevista con ECTV.
El Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) informó a través de su cuenta de Twitter que ninguno de los sismos reúne las condiciones necesarias para generar un tsunami.
Los movimientos ocurridos en la amazonía se sintieron también en las provincias andinas de Tungurahua, Cotopaxi y Pichincha, según el Instituto Geofísico.
En abril de 2016 un terremoto de 7,8 grados de magnitud asoló las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas (oeste), dejando 673 muertos. Las pérdidas por el potente sismo ascendieron a más de 3.000 millones de dólares.