Los dos fallecidos eran personas de la tercera edad y uno de ellos murió en una silla de ruedas. Esta situación prendió las alarmas de la autoridades sobre las deficiencias que se estarían presentando en el servicio de algunas EPS.
Los familiares de David Ballén Rivera, de 74 años y quien murió en una sala de urgencias, grabaron un video del momento en que ellos mismos lo ingresan a uno de los consultorios de la clínica, aparentemente ya fallecido.
“A él no lo miraron, a él no le tomaron signos vitales, lo dejaron ahí en la silla de ruedas sentado desde las 10 de la mañana hasta las 10 de la noche que él falleció”, sostuvo Martha Ballén, hija de paciente fallecido.
En un comunicado, Esimed, la entidad que administra la clínica, dice que sí fue atendido y que su deceso pudo haberse precipitado porque había interrumpido voluntariamente un tratamiento de diálisis y la aplicación de antibióticos vía catéter para combatir una infección que padecía.
El documento también señala que la otra mujer fallecida, Rosario Enríquez, murió por un cáncer terminal y que se encontraba en cuidados intensivos desde hacía 19 días.
Otros usuarios de esa clínica se quejan de la calidad de su servicio. “Me dicen que no tienen ni tinta ni papel para imprimir el electro que me tienen que hacer”, afirmó Jorge Herrera.
Enrique Bermúdez, otro usuario de la clínica, se cuestiona, por ejemplo, sobre la demora para practicarse un examen. “¿Tres días para un examen de sangre aquí? ¿Es justo?”, dice.
En otro comunicado, la Superintendencia de Salud aseguró que inició una investigación, mientras que Esimed llevará a cabo una auditoría, cuyos resultados serán dados a conocer a las familias de los fallecidos y a las autoridades.
Updated: marzo 04, 2016 10:45 a. m.