
Sin medir las consecuencias, niños y jóvenes juegan en las fuertes corrientes. Lo peor es que padres también lo hacen.
Quienes acuden a este "juego" no se dan cuenta de que pueden terminar heridos o, incluso, muertos en las rápidas corrientes.
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"Eso es jugar con la vida, no aman la vida y les ponen problemas a los padres", dice Orlando Martínez, un habitante del sector.
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Las autoridades también advierten del peligro de estas maniobras.
"Esa corriente fuerte que se presenta allí fácilmente puede arrastrar a un niño y se lo lleva hacia abajo. Y si va con piedras, así sea pequeña con cierto filo, se puede hacer daño", dijo el director local de Gestión del Riesgo, Jaime Avendaño.
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Según la Secretaría de Salud de Santa Marta, en los últimos días dos jóvenes fueron trasladados a centros médicos tras resultar afectados por corrientes de agua y lodo.