La joven, quien era copiloto de un taxista, se dejó llevar por la furia y no lo pensó dos veces para dañar la pintura del otro vehículo.
Luego de que los dos conductores sostuvieran una disputa sobre la avenida Boyacá con Américas, la mujer se bajó a discutir con el propietario del otro carro, pero al ver que no se bajó decidió sacar una llave y rayar el capó.