Luz Patricia Henao y José Antonio Rada dieron el sí, se besaron y sonrieron… su amor nació en las calles, ambos sufrieron el rigor de quienes no tienen hogar , pero ahora cuentan su historia para que otros den el paso hacia el cambio.
“No era vida la que estaba llevando porque estaba viviendo en la calle, me estaba prostituyendo. El marido que tenía aceptaba que yo me prostituyera”, cuenta Luz Patricia.
A José Antonio la adicción a las drogas lo hizo quedarse sin hogar.
Pero un día ambos decidieron rehabilitarse y por eso tocaron las puertas de la fundación Lugar de Encuentro San Francisco de Asís.
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“Gracias a Dios me levanté, conocí al señor José Antonio Rada, me empecé a enamorar porque yo fui la que me enamoré de él. Yo dije: ‘Si Dios me lo puso por el camino, fue para algo bueno”, reconoce Luz Patricia.
Una relación que se fue fortaleciendo con los días. Ambos luchaban por salir de la oscuridad, hasta que llegaron al altar.
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Ahora, Luz y José trabajan en la fundación para para ayudarles a otros a superar sus adicciones.