El uniformado Kevin Enrique Castellanos falleció tras la activación de un explosivo en Arauquita a manos del frente Domingo Laín Sáenz.
Un soldado murió y cuatro más resultaron heridos este domingo en un enfrentamiento contra guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en una zona rural del departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.
Esto ocurrió tras un enfrentamiento cuando los uniformados realizaban una inspección del lugar de los hechos y de un escondite clandestino de la guerrilla en la vereda (aldea) Caracoles.
Durante los enfrentamientos, en los que también resultaron heridos cuatro militares más, un guerrillero murió.
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Después, desconocidos incineraron las camionetas en las que se movilizaban los soldados.
Las autoridades incautaron 200 cartuchos, seis proveedores, nueve equipos de campaña y material de intendencia, que estaba en el escondite.
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Por otra parte, el Ejército informó que en otro enfrentamiento contra el ELN en Norte de Santander, departamento fronterizo con Venezuela, tres soldados resultaron heridos.
El hecho ocurrió en El Perdido, una zona rural del municipio de San Calixto, en la región del Catatumbo, donde los militares se enfrentaron al frente Carlos Armando Cacua Guerrero de la guerrilla.
Los tres soldados heridos fueron trasladados en un helicóptero a Cúcuta, la capital departamental, donde reciben atención médica especializada y están fuera de peligro.
El Catatumbo es una de las regiones más convulsas de Colombia y en ella operan el ELN, disidencias de las FARC, grupos narcotraficantes y el Ejército Popular de Liberación (EPL), considerado por el Gobierno como una banda criminal.
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El ELN inició en febrero de 2017 en Quito unas negociaciones de paz con el anterior Gobierno colombiano que en mayo de 2018 fueron trasladadas a La Habana donde la última ronda de diálogos concluyó sin avances a principios de agosto.
Sin embargo, el presidente de Colombia, Iván Duque, condicionó la continuidad de los diálogos de paz a que ese grupo deje de secuestrar y libere a las personas que tiene en su poder.
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Luego del atentado con coche bomba contra la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander en Bogotá, en el que murieron 22 policías, además del atacante, las negociaciones quedaron en punto muerto.