Marcos de Jesús Figueroa García, acusado de ser uno de los narcotraficantes más poderos de la Costa Caribe, fue capturado por las autoridades, gracias a seguimientos efectuados a una de sus nueve mujeres.
La caída de alias ‘Marquitos’, fue antecedida por una serie de grabaciones con cámaras ocultas, durante un espacio de más de dos meses, a una mujer que frecuentaba el presunto delincuente.
El seguimiento se logró, luego de que dos agentes de la Policía se infiltraran en la organización de Figueroa, y se ganaran la confianza de los jefes de la banda y de la familia.
Se estima que el señalado capo tiene nueve esposas y 19 hijos en Colombia y Venezuela.
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Uno de los agentes infiltrados se enteró del viaje a Venezuela de la esposa número nueve del capo y de su sobrino, alias 'Norte', encargado de recogerla en un hotel de Maracaibo. Quince días después, la mujer llegó finalmente a una lujosa mansión ubicada en Boa Vista, Brasil, donde se encontraban los sindicados.
A partir de ese momento, según las autoridades, se intensificó la vigilancia de la casa de 'Marquitos', quien durante varios meses no salió siquiera a la puerta y se limitó a utilizar el servicio de domicilio de tiendas cercanas.
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Con la seguridad de que allí se encontraba el presunto narcotraficante, policías de Colombia y Brasil, ingresaron a la vivienda.
Su primo Norte, fue el primer capturado; segundos después, cayó alias ‘Marquitos’. Inicialmente, éste último se identificó como Alexis José Cordero Domínguez, de nacionalidad venezolana.
En el registro a la casa se encontraron varias fotografías de sostenes, que según los investigadores, eran parte de su afición voyerista: coleccionar las prendas íntimas de las mujeres con las que sostenía relaciones sexuales.
Tras la detención, el director de la Policía, Rodolfo Palomino, confirmó que hay varios policías capturados por sus posibles nexos con 'Marquitos'.
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Palomino agregó que el detenido desde hace dos años solo se comunicaba con sus hombres a través de correos humanos.