Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
A punta de recuerdos gratos, doña Nydia Quintero ha hecho más llevadera la vida en estos últimos 25 años. Sin resentimientos, pues aprendió a perdonar.
"Es la única forma de sobrevivir", dice.
De perdonar fue capaz pero no de olvidar. Como el día que le hizo un ruego al presidente Gaviria en un último intento por salvar la vida de su hija.
"Le pedí que firmara el decreto de no extradición pero lo firmó al otro día del entierro".
Publicidad
Aparte de las fotografías de Diana en el baúl de sus recuerdos, doña Nydia también guarda como tesoros los mensajes de supervivencia que su hija le envió desde el cautiverio, especialmente el último en el que les expresó a madre, hijos, padre y hermanos todo el amor del mundo.
“Los he extrañado mucho, espero volver muy pronto para darle a cada uno de ustedes lo mejor de mí. Mis compañeros se encuentran bien y como nosotros quieren que sus familias tengan fe y que ellos también esperan su reencuentro lo más pronto posible con nosotros y con ustedes.
Publicidad
No hay un solo momento del día en que en esta incertidumbre no le pida al Señor y a la Virgen por ustedes, por cada uno. Para que unidos encontremos la reconstrucción de nuestro hogar que es lo más grande que Dios nos ha dado.
Miguel y mis hijos saben cuánto amor y cuánta necesidad tengo de ellos. Mi madre, quien con su devoción y su espíritu solidario me da ánimos le envío mi amor y la seguridad de que su gente será mi meta. Y para ti, papito, y para mis hermanos y cada uno de mis familiares, todo mi amor”, dice la grabación que entre sollozos escucha doña Nydia.
Ella, por ahora, seguirá al frente de su fundación Solidaridad por Colombia, en una especie de catarsis, un desahogo porque todo ha podido ser superado, menos el luto que llevará por siempre en el negro de su ropa.
Suscríbase a nuestro canal de WhatsApp Channels aquí 👉🏻 Noticias Caracol
✔️ Síganos en Google Noticias con toda la información de Colombia y el mundo.