Universidad Nacional, 150 años de excelencia académica al servicio del desarrollo de Colombia

En su campus, que tiene forma de búho, se han formado miles de profesionales de diferentes regiones y clases sociales. Homenaje a esta importante alma máter.
Desde el aire la ciudad universitaria tiene la apariencia de un inmenso búho, sinónimo de sabiduría. Esa fue la idea de su diseñador, el arquitecto alemán Leopoldo Rother, quien la concibió en 1935. No obstante, los orígenes de la Universidad Nacional se remontan a 1826.
“Su origen es la Universidad Central que creó el general Santander en Quito, Caracas y Bogotá. En 1867 fue creada la Universidad de los Estados Unidos de Colombia”, señala Ignacio Mantilla, rector de la Universidad Nacional.
La idea era democratizar la educación superior, hasta ese momento monopolizada por la Iglesia.
“Nació como la apuesta por una educación pública incluyente que formara las clases que necesitaba el país para la dirección de la Nación”, explica Mantilla.
“Ha sido un instrumento del país y del Estado para la movilidad social de los más pobres”, añade el filósofo Gustavo Silva.
En sus 150 años de historia, la universidad ha sido pionera en investigación e innovación: la válvula de Hackim, la vacuna contra la malaria, el programa de madres canguro son algunos de los logros de sus investigadores y científicos que aportan al mundo.
“Actualmente tenemos un inventario de 1.480 invenciones que la universidad ha hecho en los pasados 20 años. De ellos, la universidad ha tomado unas 150 que ha sometido ante la Superintendencia de Industria y Comercio”, indica Pablo Enrique Abril, director de extensión y propiedad intelectual.
Dice el profesor Abril que la innovación busca hacer parte vital de las soluciones institucionales o simplemente de la vida diaria de los colombianos.
“No solo es producir conocimiento para las grandes revistas, sino también lograr que el conocimiento aporte a la construcción de nuestra sociedad”, añade el académico.
La universidad tampoco ha sido ajena al conflicto social que ha padecido el país en los últimos 50 años. La protesta estudiantil hace parte de la historia de la universidad.
“La universidad está muy al tanto al proceso de paz y siempre ha estado desde los sesenta. Hemos tenido profesores que murieron en el proceso de paz como Chucho Bejarano, por ejemplo”, explica el filósofo Silva.
En 115 hectáreas en el corazón de Bogotá, la Universidad Nacional reúne a estudiantes venidos de todos los rincones del país, aquí confluyen el pensamiento crítico y múltiples ideologías necesarias para la construcción de país.
Como lo explica el rector Mantilla, “afortunadamente ha mantenido esa libertad de cátedra, pero también de expresión y por eso aquí uno encuentra todas ideologías”.
Estudiantes y egresados se sienten orgullosos de su alma máter.
“Hace muchos aportes de investigación y multiculturalidad, porque a raíz de que es una universidad que recibe gente de todo el mundo entonces esa culturalidad se diversifica mucho”, explica una de sus estudiantes.
“Desde la fundación de la universidad creo que ha habido personas que han formado país, han hecho adelantos en arquitectura, artes, las ciencias exactas”, dice orgulloso Leonardo Acevedo, egresado de la Universidad Nacional.
Después de superar problemas en sus edificaciones, 27 de ellas consideradas bienes de interés cultural, la universidad se proyecta hacia la modernidad.
“Tenemos el recientemente inaugurado edificio de la sede de Enfermería que fue Premio Nacional de Arquitectura y tenemos grandes arquitectos que han venido aportando a esa calidad arquitectónica y espacial de la Universidad Nacional”, explica Jaime Franky, vicerrector de la sede Bogotá.
También trabaja para mantener la excelencia académica que la sitúa como una de la mejores del país, según las más recientes mediciones internacionales.
“Si se hiciera en Colombia una especie de competencia olímpica académica donde a cada universidad le dieran medalla de oro, plata y bronce, la Universidad Nacional por supuesto sería la campeona”, enfatiza el rector del centro académico.
La universidad ha buscado descentralizarse, por eso tiene sedes en Antioquia, Caldas, Arauca, San Andrés y Valle del Cauca.
Sin duda alguna, el desarrollo del país y sus logros académicos en las distintas áreas del conocimiento están ligados a los 150 años de historia de la Universidad Nacional.