Miles de personas rodearon el cortejo fúnebre del cantante, quien fue enterrado junto a su padre. Su hermano, Rafael Santos, prometió seguir con su legado musical.
Primero fue la solemnidad en cámara ardiente en la tarima del parque de la Leyenda Vallenata.
El desplazamiento inicial fue silencioso y protocolario, pero en la calle estaba en efervescencia el pueblo martinista.
Al paso de la caravana mortuoria, los parlantes sonaron a máximo volumen los éxitos de Martín.
“Lo qué pasa era que Martín era el que tenía la batuta, el carisma de su papá”, dice William Dangond, papá de Silvestre.
El cuerpo del cantante iba a bordo de una máquina de bomberos y a lado y lado una multitud que pese al sofocante calor acompañó a su ídolo hasta su última morada.
Mientras los acordeones lloraban, el cuerpo del gran Martín Elías era sepultado al lado de su padre, Diomedes Díaz.
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Updated: abril 17, 2017 08:24 p. m.