Hasta la ONU está preocupada. Alta comisionada para DD. HH. señaló que el año pasado al menos 107 activistas fueron ultimados por su trabajo con las comunidades.
Además de Jorge Luis Betancourt en Montelíbano
, también se registraron recientemente los homicidios de Julio César Sandoval, John Fredy Álvarez y Henry Cuello.
Cinco crímenes ocurrieron en Cauca, cinco en Putumayo, dos en Antioquia, dos en Huila, uno en Chocó, uno en Cesar, uno en Norte de Santander y uno en Córdoba. Esto representa la tragedia de hombres y mujeres que han muerto este año defendiendo los derechos de sus comunidades.
El panorama provocó la reacción de las Naciones Unidas que, a través de un comunicado, dijo que las cifras reflejan la gravedad del problema.
“La oficina de la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos reitera que cualquier ataque contra los defensores y defensoras de derechos humanos es inaceptable y constituye un ataque en contra de la democracia, menoscabando la participación y el acceso de las personas a sus derechos humanos”, señaló la organización.
La ONU también dijo en su comunicado que, de acuerdo a sus registros, 107 activistas fueron asesinados el año pasado, y añadió que el organismo sigue en proceso de verificación de 13 casos adicionales que fueron reportados a lo largo de 2019 que, de ser confirmados, aumentarían el total anual de muertes a 120 asesinatos.