Viaje al interior de la minga indígena en medio de bloqueo de la Panamericana entre Cali y Popayán

Noticias Caracol se desplazó al campamento donde los nativos resisten durante una protesta que aún no halla una salida. El taponamiento ya cumple 21 días.

A medida que avanzamos, nos adentramos en las primeras barricadas de la minga indígena que controla la vía. Pero nuestro viaje es al interior de la minga, a sus campamentos.

En medio de las montañas, en las afueras del municipio Caldono, norte del Cauca, está Monterilla. Cerca de dos mil comuneros se han dado cita en este lugar para resistir durante el bloqueo de la Panamericana entre Cali y Popayán, que este domingo cumple 21 días.

Mantener semejante número de personas requiere de la ayuda de todos, algo que los indígenas tienen muy claro.

Minga es trabajo comunitario, solidaridad de pueblos, aquí en el tema alimentario todos ponen, esto es un tema de construcción colectiva.

“Unos traen panela, otros chontaduro, es una cosa integral entre las cocinas, no necesitamos tanta plata nosotros, lo que hacemos es el trueque”, afirma Venancio Perdomo, exgobernador resguardo Canoas.

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“Saludos a todos los mingueros que resisten y que de acá no nos movemos hasta que venga su papá, el presidente (Duque)”, dice.

Todos cargan con una historia de luchas milenarias o más recientes, como María Eugenia Vergara Ulchur, quien viene del resguardo Kite Kiwe y, a su vez, es desplazada de la masacre del Naya. Ella habla del papel de la mujer.

“Las mujeres indígenas en este espacio, esta lucha, ocupan un puesto importante, porque nosotras somos el equilibrio, somos las dadoras de vida”, asegura.

No teme afirmar que gran parte de la sociedad no comprende el porqué de esta protesta.

“No nos han enseñado la historia. Es por eso que la sociedad colombiana nos tilda de lo peor, que somos quita tierra, que no nos gusta el progreso”, señala.

Dice que por eso rechazan los megaproyectos mineros que podrían comprometer los recursos naturales.

“El agua es vital no solo para los indios, para la sociedad y los indios lo que hacemos es cuidar la naturaleza”, sostiene Vergara Ulchur.

Robert Molina es el coordinador de la guardia indígena, sus kiwes o guardianes son los hombres que, sin portar armas, enfrentan a los grupos armados que los aislan en sus propios resguardos.

“Caminando la palabra desde la resistencia civil y pacífica como guardia indígena, fuerza es un proceso de educación, la cual contribuye a la paz de nuestro país, Colombia. ¡Guardia, guardia! ¡Fuerza, fuerza!”, señala.

Cae la tarde en el resguardo del municipio de Caldono y los comuneros se van a descansar de otra jornada de resistencia pacífica y de complejas negociaciones.

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